jueves, 27 de mayo de 2021

El Encuentro




Cuando llegó estaba trabajando con dos de sus asistentes que al veme se apresuraron a organizar los documentos en el portafolio y se despidieron amablemente, estábamos en la cafetería del parador, desde la terraza se podía ver un valle inmenso y verde, allí estaba él, la calidez de su mirada y sus modales refinados fueron los rasgos que siempre mantuve como el mejor de los recuerdos, mi cara en cambio estaría hecha un desastre, llevaba meses de insomnio, mi pareja repentinamente me había dejado y nadie sabía nada salvo esa estúpida nota que encontré sobre la mesa. “No me busques, no volveré, todo ha sido un gran error” Llenando el parte de desaparición en la comisaría la agente al leerla me dijo que pasara página, que seguramente habría encontrado a alguien más, y que era muy común justo en Diciembre. ¿Este es tu número no? - Si asentí. Vale, procura no estar sola y si puedes vete de vacaciones con tu familia o con amigos. No te quedes sola me repitió poniendo su mano en mi antebrazo cuando me marchaba. Así que cuando mis compañeras de gimnasio me propusieron este retiro en medio del campo simplemente obedecí el consejo! Y ahora estoy aquí hablando personalmente con usted. No me lo puedo creer! Pasamos al menos dos horas allí mientras yo hablaba sin parar, a la segunda llamada que recibió y disculpándose se puso en contacto con una de sus ayudantes para que recogiera su teléfono y se encargara de recibir las llamadas, pues según dijo, estaba en una reunión muy importante. Atendió a la chica en la puerta y luego de unas breves indicaciones se retiró pronta como vino, se disculpó con migo y mirando de soslayo el reloj de pulsera se sentó. Si no tiene tiempo le dije podemos... no me dejó terminar la frase. Mirándome fija pero amorosamente me dijo que estaba allí por mí. No supe que responder y creo que me sonrojé,  serenamente se acomodó en la silla y contemplando el paisaje extenso que se divisaba desde aquel balcón natural sobre las montañas suspiró. La belleza del mundo es incomparable, allí abajo convive el lobo y el carnero, la perdiz y el águila, todos los mundos posibles y es allí mismo donde se abre el sendero que nos lleva a la libertad, sin embargo el primer paso lo damos no con el cuerpo, si no con el corazón. Mirándome fijamente a los ojos y con una gran ternura me pidió que continuara con mi “historia” Después de la tormenta que había pasado, aquel remanso de paz era simplemente algo que parecía irreal, me sentía flotar y tuve incluso que hacer un esfuerzo para traer a mi memoria mis sucesos personales y sobre todo las preguntas que había elaborado durante los primeros días en el ejercicio de “la incertidumbre” Como no podía recordarlo todo con claridad eché mano de mis anotaciones y cuando iba a empezar a leerlas me detuvo. Puso su mano sobre la libreta  cerró los ojos y me dijo suavemente, es hora de trascender. Acto seguido me dijo que tomara los papeles y sin pensarlo los tirara a las brasas de la chimenea, allí chisporrotearon rápidamente y nos quedamos en silencio unos minutos. El pasado no es más que un amasijo de recuerdos, has llegado hasta aquí y no hay nada más importante ni hermoso en la vida que lo que se nos desvela en el instante. ven, si te parece podemos regresar, vayamos andando juntos hasta el campamento. De camino saludó a varias lugareños y dejó una generosa limosna a cada persona que le pedía. Recibe más quien puede dar, dijo sonriendo.

 Los almendros estaban florecidos y una fina luz rozada reverberaba entre sus ramas desnudas, caminamos al menos una hora sin pronunciar palabra hasta llegar a las puertas de la finca, una vez allí lo vi desaparecer entre una pequeña muchedumbre, el tiempo había pasado de pronto muy aprisa, reunidos alrededor del fuego aquella noche volví a pensar en lo que había escrito con tanto afán los días anteriores, tanta angustia, tanto temor y ansiedad y ahora parecía que se habían hecho humo y ni siquiera podía recordarlo con claridad, eran como un mal sueño, esta era la tercera noche, la noche del silencio donde se nos pedía no pronunciar ninguna palabra y “reposar en silencio” Aunque no eran ni las 9 de la noche me noté muy cansada y me fui a la cama. Abracé una almohada como cuando era niña y en lugar de llorar hasta quedarme dormida sonreí y recordé esa mirada profunda y clara, la belleza del mundo es incomparable me dije recordando sus palabras y me quedé profundamente dormida.

De regreso a la ciudad era otra persona, bastó una semana en las montañas para recobrar mi espíritu luchador, lo primero que hice al llegar fué recoger todos los recuerdos que tenía en la casa y empacarlos en grandes bolsas de basura, encendí la chimenea y con una gran taza de café humeante en mi mano tiré sin pena alguna todas las fotografías, las flores secas del jarrón, la denuncia y la nota también. Recordé las palabras de la agente y brindé por ella al aire! Salud amiga!!


Como hacia mi padre desde que fundó la empresa él era el primero en llegar y así empecé aquel lunes. Buenos días señora De.Marco me dijo mi secretaria desde la puerta de la oficina, la invité a pasar y ya traía en su mano su carpeta con los asuntos pendientes. De señora nada, ahora señorita dije riendo. Bueno que tenemos para hoy? El abogado ha llamado con insistencia y el director del departamento de contabilidad ha pedido una reunion “urgente” con el comité. De acuerdo, supongo que están esperando para pasar, así que diles que nos vemos en la sala de juntas en 10 minutos, que haya café y flores en el jarrón como de costumbre. Algo más? Si el señor De Marco su hermano ha confirmado que llega en el vuelo del mediodía mañana. De acuerdo, que tengan todo preparado para él en la casa grande. - Me ha pedido que le reserve una habitacion en el Hyatt por lo que resta de la semana y que se vuelve... - Bueno, pues lleva a cabo los preparativos, parece que volvemos a los viejos tiempos! La reunión transcurrió como tantas otras desde el inicio de la crisis, recortes del personal, venta de activos, estrategias de márketing, proyecciones financieras y siempre tratando de reflotar un negocio que para todos había representado prácticamente su vida, el vacío que había dejado mi padre se hacía cada vez mas evidente y aunque yo actuaba con desición y firmeza como había aprendido de él era solo eso, una actuación en la que todos participábamos de común acuerdo. En la antesala me esperaba el abogado con esa cara de resignación que antecedía a las no muy buenas noticias – He cancelado las tarjetas y la cuenta de ese señor y debo decir que ha tenido la gentileza de llamarme para recordarme lo mucho que me aprecia dijo con sorna. Bueno supongo que oiremos noticias suyas nuevamente cuando termine el efectivo que logró retirar. Pero no hablemos más de este asunto que ya es pasado. ¿Sábes que mi hermano llega mañana? Si. Me contestó secamente, pero estamos preparados para contra atacar. De eso quería que hablaramos, pero no aquí, vamos a mi oficina. Aùn cuando había cambiado la decoración de la oficina de gerencia, había dejado el retrato de los abuelos y las fotografías de los “ilustres” como les decía mi hermano. Y aunque parezca una tontería, cada vez que entraba esperaba encontralo a él sentado con su pipa en la mano entre un mundo de papeles y libros, la mesa larga llena de planos, rollos de papel en el rincón de los proyectos. El olor de la picadura le daba un toque unico, así era todo él, creativo, audaz, seguro de sí mismo, con una visión que nadie comprendía pero que había dirigido la empresa con éxito entre todas las visisitudes de aquella época convulsa. “Llegamos a no tener nada, peor que eso. Mucho menos que nada! Tanto así, que caer ya no era posible, así que nos sacudimos el polvo y salimos a conquistar el mundo! Concluía con orgullo cada vez que se encontraba contando alguna historia de la empresa. Con letras plateadas rezaba su lema: “Quién pierde su fe no puede perder más”

Querido amigo le dije sentándome a su lado en el sofá, me has visto crecer, he pasado más tiempo con tigo que con mi propio padre, me has aconsejado y soportado sin criticarme nunca, he tratado de llevar la compañía lo mejor que he podido, pero no soy mi padre. Nadie puede serlo me dijo, y concluyó mirandome con esa sosegada calma que dan los años, siempre estaré con ustedes dos pase lo que pase, me alegra ver que te encuentras mejor y que has vuelto a sonreir como antes. De forma automática empecé a girar con los dedos las cuentas de una pulcera que llevava como un tesoro en mi muñeca izquierda, me la había traído mi padre desde la India en uno de sus innumerables viajes de negocios junto con unas muñecas de madera muy elaboradas, a mi hermano unas tallas de elefantes y tigres que hicieron nuestras delicias en la arena. Rudrashka me dijo con un tono de melancolía, tu padre nos regaló a todos una de esas pulceras mágicas que nos protegerían de todos los males! Y se levantó cansado dirigiéndose a la ventana, han pasado quince años desde que... desde aquel día y no he logrado dejar de pensar en ello. Si no le hubiera insistido en que fueran a esa convención, mi querida hija, tu padre y los pequeños estarían con nosotros. Sus palabras dieron paso a una sombra fría que inundó la estancia y poco a poco sentí hundirme cada vez más en el sofá, los recuerdos empezaron a girar y en ese momento timbró el teléfono. Si diga articulé como pude. - Señora De Marco... Si, soy yo. Su voz grave pero suave me sorprendió gratamente. Señora De Marco repitió espero no molestarla, para nada dije rápidamente. Le llamo directamente para comunicarle que hemos tenido que cancelar el taller del próximo mes, salímos de viaje a Indonesia y aún no sé el tiempo que vamos a tardar en volver. Espero que se encuentre mejor. Un saludo. Muchas gracias respondía atónita y luego de un poco de barullo en la linea se colgó la llamada.

Nadie puede culparse de un accidente le dije, ellos ya no están aquí, se han marchado y nosotros tenemos que pasar página y seguir adelante. Y de eso es precisamente de lo que quiero que hablemos, he pensado en dejar la compañía no se si definitivamente o por un tiempo, mi hermano llega mañana y quiero que lo hablemos juntos, lo miré buscando aprobación en su mirada, se sacó lentamente las gafas para limpiarlas como hacía siempre que reflexionaba, cada persona debe seguir su sueño, me dijo tu padre cuando salimos de la universidad, y a ves, a veces seguir tu sueño es seguir a un gran hombre como lo fuera él, ustedes dos son lo único queda de él pero también han de seguir su camino, tienes los ojos de tu madre me dijo acercándose y el ímpetu de tu padre, recuerda siempre. Quien pierde su fe no puede perder más. Pero es la fe en si mismo no en la de otros. Cuando tú salgas por esta puerta, yo saldré detrás y mi tiempo aquí habrá terminado. No te aburriré más con mis achaques y dándome una palmadita en la espalda salió tranquilamente.

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